domingo, 4 de octubre de 2009

Notocias para equilibrar la información oficial

Mediante esta página pretendo compartir una serie de noticias y reportajes obtenidos de medios de información y otros, con el propósito de equilibrar la saturación de mensajes y noticias provenientes de medios que representan una visión oficial del mundo y que en gran medida manipulan o sesgan la información para desviar la atención de las verdaderas causas que hoy nos aquejan, como la pobreza, las asimetrías en la distribución de la riqueza, la inseguridad ciudadana, el desmantelamiento del estado, la fuga del derecho público al derecho privado, la venta de activos e instituciones, la corrupción estatal, las causas de la ingobernabilidad, las concesiones públicas orientadas a favorecer los bolsillos de funcionarios de gobierno y transnacionales, entre otros.
A cada lector se le ofrece la oportunidad de introducir sus comentarios u otras noticias que igualmente considere oportunas y recomendables para su discusión en los foros, clases magistrales y prácticas en las que se participe. Si usted no desea que este correo le sea enviado a su dirección le agradezco me lo haga saber expresamente. Gracias. Adonay Arrieta. Profesor de Derecho U.C.R.

domingo, 16 de agosto de 2009

Comentario en Canal 7




Acerca de comparaciones sin contexto

Gracias por solicitar nuestra opinión en un tema tan sensible como el Desarrollo de la Nación. Las comparaciones entre Chile, Suiza y Costa Rica descontextuadas pueden arrojar datos alarmantes pero poco significativos cuando se trata de realizar un diagnóstico y buscar soluciones.
En Costa Rica, existen las condiciones necesarias para emular a esos países, pero hay una diferencia básica: A diferencia de esas naciones, en la enseñanza formal costarricense, en escuelas, colegios y universidades ha prevalecido el paradigma de que el éxito y el fracaso individual está determinado por el “tener” o poseer bienes de consumo y/o “estar” ocupando puestos de relevancia o poder. Consecuentemente las escuelas de economía y administración de negocios de nuestras universidades, públicas y privadas han puesto todo su énfasis en solo uno de los dos aspectos fundamentales de la economía: la producción, asumiendo que existe un orden natural u homeostático que se encargará automáticamente del segundo aspectos esencial: La distribución. Por ello en nuestras universidades no hay una solo materia que hable de las asimetrías en la distribución de la riqueza. Ni en el gobierno hay un solo ministerio ni oficina que se encargue específicamente de esta materia como si lo hay en comercio internacional, producción, planificación y economía. Por ello, pese a que los índices económicos de producción y recaudación se mantienen estables en los diferentes períodos de gobierno, incluso mostrando superávit, la brecha en la distribución se ensancha. Hoy en día vivimos una Costa Rica con sectores exigiendo niveles de vida del primer mundo, supe carreteras, salud privada y salarios de seis cifras, a costa de otro, que según los informes de organismos internacionales y nacionales engrosa las cifras de pobreza y que se manifiesta a través de los síntomas que observamos cotidianamente: inseguridad ciudadana, la deserción en los sistemas educativas, la mafias juveniles, barriadas de tugurios y los indigentes.
El cambio del paradigma para lograr índices como los de Chile o Suiza no consisten en enseñarnos puntualidad, ni hacer relojes o chocolates, o tener súper carreteras, celulares muelles y aeropuertos privados. El cambio es más profundo y tiene que ver con la educación de cada uno de nosotros, con la función social que cumplimos como maestros y profesores, con los valores del funcionario público, con políticos sensibilizados, y con empresarios consientes que el lucro no es el único y exclusivo motivo de permanencia del ser humano en este mundo. En síntesis el cambio consiste en cambiar el paradigma de la individualidad y el egoísmo por el de la solidaridad y el cristianismo.

Epistola al ser amado




EPISTOLA AL SER AMADO

Esta madrugada, he sentido un deseo inmenso de levantarme y bajar a palabras la fuerza del polvo cósmico que me lleva asido entre hilos de plata. Esa fuerza, poco a poco se apoderó de mí hasta envolverme en un torbellino de inmensidad y armonía con la totalidad del universo. Cuántos millones de segundos habrán pasado en mi vida sin sentir esta sensación de plenitud. El milagro se ha venido dando de forma natural, lenta y finamente como muelen los molinos de Dios, hasta permitirme verlo sin susto alguno, aunque si con el asombro de sentirme parte de una sola energía, de un solo origen, propósito y fin. Veo muchos caminos, métodos y formas pero todos confluyen en la capacidad de sentir amor hacia todo y todos los que compartimos esta existencia. Al principio todo era color pastel, observaba los matices sin poder distinguir los entornos, pero luego empezaron a brillar las formas y a hacerse más lucidas y fáciles para los sentidos. Aparecieron en un círculo cromático que no se estudia en ninguna escuela de arte, ni puede verse con ojo alguno que no sea el del corazón. Son colores que se huelen, se pueden tocar y sentir, casi hasta jugar con ellos como si fueran plasticina y uno se deleita y puede atraerlos hacia sí y dejarlos ir a voluntad. Se puede viajar con ellos a través de los árboles y las estrellas en un ir y venir infinito hasta quedar saciado en un océano de sentimientos, imaginables e inimaginables. Esa sensación me aborda cada día con mayor intensidad y frecuencia. Es como haber encontrado un cofre en donde sacas y sacas diamantes y el siguiente es siempre más bello y brillante que el anterior. Y, si uno insiste y decide cada día aumentar la cuota de amor hacia todo lo que nos rodea, los diamantes se convierten en objetos luminosos que aún no se les conoce nombre, puedes penetrar a través de ellos y sentirte parte de su propia esencia, no los observas sino que te haces uno solo con su belleza. Esa es la sensación más cercana que tenido para comprender la existencia del alma. Empieza a volverse clara a los ojos de la fe. Ahí encuentro la respuesta a todas las preguntas hechas y las que aún no han sido. Es un sólo amor convertido en sentimiento hacia todas las cosas, los seres vivos, los familiares y las personas que están cerca nuestro, todo, todo, todo, es simplemente amor universal. En algunas oportunidades tenemos la impresión de que a algunas personas o cosas se les ama con una intensidad diferente. Será la costumbre, o el temor al desprendimiento, o esa sensación de posesión o propiedad con que a veces encubrimos lo más puro de nuestros sentimientos. Por ello no debemos claudicar en nuestra lucha por encontrar la esencia y la perfección de la manifestación del amor. Amar no es correr tras el ser amado para impedirle que sus ojos observen el universo entero y no solo el suyo propio. No es tampoco atraparlo como a un colibrí en una jaula, observando como destroza sus alas en los barrotes de oro. Amar es buscar el milagro del deleite del vuelo libre del ser amado cuando atraviesa el viento con la ligereza de la gaviota y la suavidad de una paloma. Ese es el amor que siento por ti y es así porque te siento parte de mi propia vida. Tu vuelo es mi vuelo, tus lágrimas las mías, crezco en tus experiencias. Mi mayor miedo a las enfermedades es la sensación de sufrirlas sin tenerte a mi lado, es la misma sensación de soledad que me produce volar entre las estrellas, sin tenerte asida a mi mano. Me siento maravillado cuando te observo subir y subir cada vez más alto y más lejos, al punto que una parte mía siente vértigo al observar el horizonte desde tu altura, como igual siento la caricia del mar en tu piel, o el agradecimiento infinito a quien te cuida en mi ausencia y te cobija con su paz. Por eso sé que te amo en cada paso que das, en cada niño que se acerca a ti con la esperanza de encontrar el cariño que no tiene en su hogar, en cada gesto, en cada suspiro, en tus dudas, en tu crecimiento, en tu placer, en tu inmensa capacidad de aprehender y de actuar, en tu incapacidad de caer en la mentira, en fin, amo tu existencia porque es parte indisoluble de la mía.

Crítica a Concurso de Fotografía Ministerio Cultura-INBIO


Publicado en Culturcr.com


Me enteré de los requisitos de este certamen de fotografía a través de un cartel expuesto en una pared de una Universidad. Su lectura me llamó la atención, sobre todo, tomando en consideración que era promovido por una entidad pública como el Museo de Arte Costarricense, y el Instituto Nacional de Biodiversidad, que, pese al gran beneficio científico que conlleva para la imagen ambiental costarricense, desde el punto de vista de su naturaleza jurídica, representa una especie de ornitorrinco jurídico que oscila entre una institución pública y una asociación privada. Efectivamente, como dice el polemista Roberto, los términos de este concurso pueden ser leídos una y otra vez y al final queda una sensación de incertidumbre al no detectarse fácilmente el incentivo o motivación que pueda significar para los verdaderos protagonistas de la actividad: los fotógrafos. Pareciera como si los organizadores soslayaron que estaban invitando a profesionales y a otros que en igualdad de condiciones deberán invertir una gran cantidad de recursos en esta actividad, y no a niños que se conformarían con la sola algarabía de ver sus obras expuestas en los corredores de la escuela. Los profesionales se denominan como tales casualmente, o porque viven de su trabajo, o porque de alguna manera ven resarcidos sus esfuerzos o inversión del tiempo y recursos comprometidos en las actividades que realizan. Sí jamás se nos ocurriría pedirle a un administrador, a un ingeniero, a un entomólogo o un a curador de arte que satisfaga sus expectativas retributivas con la sola mención de su nombre en una publicación ¿Entonces por qué si debemos esperarlo de un profesional en fotografía? ¿O es que la alta calidad de la publicación final que se ofrece no va a depender tanto de la alta calidad de la obra y su autor sino más bien de la calidad del papel en que se imprima? Estas dudas no solo me abordaron sino que inconscientemente me retrotrajeron, como inmerso en un túnel del tiempo, a los años en que siendo estudiante de Historia del Arte en la U.C.R. me tocó vivir la polémica de si en las bienales de arte debían o no aceptarse obras fotográficas, pues antes de ese momento las mismas eran consideradas técnicas de reproducción mecánica muy lejos de merecer un galardón como obra artística. Dichosamente esa etapa fue superada y gracias a ello hoy podemos observar en los mejores museos del mundo exposiciones de fotografía mecánica y digital, sin que eso cause rubor a sus curadores. Y es que esta polémica actual, tres décadas después, deja entrever un resabio de aquella vieja polémica, o una jugarreta del inconsciente que nos hace esperar de los fotógrafos profesionales un comportamiento altruista o filantrópicos en términos que jamás se nos ocurriría plantear a otros profesionales, incluso en otros campos de las artes. Lleva razón don Roberto en sentirse indignado como profesional, después de haber sido galardonado con premios a nivel nacional e internacional, al observar como en su país dos instituciones, una llamada a promover el arte y a los artistas, y otra, que obtiene millonarios ingresos con los cuales se cubren los honorarios profesionales de quienes para ella laboran, que traten de endulzar a los profesionales en fotografía con la sola mención de sus nombres en una publicación, y de la cual estarían renunciando a todo beneficio derivado del usufructo a la propiedad intelectual, salvo que, cuando se menciona que se que reconocerán los “derechos morales y patrimoniales”, se estén refiriendo a algún porcentaje producto de la venta o beneficio que, en un principio o eventualmente, se obtenga de ello. De ser así, habría que aclararlo, porque la sola mención de la salvaguarda del “derecho patrimonial” no es suficiente para entender sus alcances. Y esta observación última ya no la hago desde la óptica de historiador o fotógrafo “amateur”, sino como especialista en derecho público y a la luz de las leyes vigentes en materia de propiedad intelectual, pues por más expresa que sea la renuncia a los derechos de propiedad intelectual, sus titulares siempre mantendrán la posibilidad de reivindicarlos al momento en que demuestren cuantitativamente los beneficios económicos que se deriven directa o indirectamente de su obra, sea a través de valores pecuniarios o de otra especie. En otras palabras, esto significa que, los organizadores de esta actividad, que a su vez estén desempeñándose como funcionarios públicos, deben verificar si su actuación está ajustada al “principio de legalidad” establecido en los artículos 11 de la Ley General de la Administración Pública y de la Constitución Política, el cual obliga a velar por la salvaguarda legal del “interés público” entendido como la suma de los intereses particulares de todos los ciudadanos y, que a la vez inhibe de realizar actuaciones administrativas que de alguna manera hagan incurrir, de forma voluntaria o no, en cláusulas contractuales exorbitantes o que constituyen lesiones a derechos que por antonomasia resultan irrenunciables. Valdría la pena en consecuencia, ahora que todavía hay tiempo, de revisar y aclarar los términos de este concurso, no solo por las justificadas razones técnicas, artísticas y profesionales que señala don Roberto, sino por otros aspectos que merecen de una cuidadosa atención jurídica. Atentamente. Adonay Arrieta Piedra C. 2 302 221

Arte. Reflexiones sobre como acercarse a las artes plásticas


Principios de crítica de arte y Gauguin

Como tesis de principio, podemos empezar diciendo que con la crítica de arte se pretende incursionar dentro del quehacer de los artistas, aportando criterios, señalando derroteros para los propios artistas y orientando al espectador con mayores elementos de juicio.
El análisis critico de una obra puede ser abordado desde diferentes perspectivas: En primer término, mediante un análisis convencional, podemos hablar simplemente de la percepción sensorial del espectador ante la obra. Así, es común escuchar criterios como "me gusta o no me gusta" o "no entiendo como ese montón de rayas pueda ser una obra de arte", o "que casita más linda, rodeada de flores y montañas en el marco de un radiante sol "que, indefectiblemente, surge de una esfera redonda de colores naranjas y amarillos, claro esta, siempre tras unas verdes o azuladas montañas. Ese primer abordaje de la obra no deja de ser importante porque significa, de alguna manera el enfoque "primitivista" del espectador, varía de acuerdo con la cultura y los conocimientos de arte de cada observador.
Un segundo abordaje, tiene que ver con el análisis de la técnica empleada y el uso de los materiales: óleo, acuarela, grabado en metal o madera, serigrafía, cerámica etc. En este punto el observador, podrá darse cuenta si efectivamente el autor de la obra maneja debidamente la técnica escogida, claro esta, que para ello el crítico deberá fundamentar sus criterios con conocimientos más que con opiniones.
Un tercer análisis, tiene que ver con la composición, es decir, la forma en como se ordenan los elementos como un todo, el equilibrio, el manejo de los colores. En relación con los elementos, estos deben ordenarse de forma tal que la obra luzca armónica "que no se caiga" por algunos de sus lados. Para lograr eso existen reglas de composición, que no son más que distribuciones matemáticas en escala, una de las más conocidas es la llamada el rectángulo de oro, que es una distribución de los elementos de acuerdo con un criterio difundido por los griegos que parte del principio de "la medida de la naturaleza", es decir, existe una proporción: 3.14 o punto Pe (π), mediante el cual el artista ordena sus elementos y el uso del color. Recordemos acerca del color, que en el círculo cromático tenemos tres colores primarios, el azul, el rojo y el amarillo, otros tres secundarios: el verde, producto de la combinación del azul y el amarillo, el naranja, del rojo y el amarillo y el violeta, del rojo y el azul. Entonces, la combinación de estos colores debe igualmente ayudar a la búsqueda del equilibrio y de la armonía de la obra.
Un cuarto nivel, es el diseño: este consiste en la presentación gráfica de cada elemento, ya sea de forma realista, representando los elementos tal como son en la realidad, o, estilizándolos, es decir, reduciéndolos a sus líneas características y determinantes, por ejemplo, un Maestro de la Pintura como Picazo, no necesita dibujar una mano representando todos sus elementos: dedos, uñas etc. Con solo un trazo sintético logra mostrar lo que sin duda alguna representa una mano. Entonces el diseño, tiene que ver con la forma como se estilizan las flores, las frutas, las personas, y los demás elementos en general.
Otro factor de análisis es la función o papel que juega la obra en un determinado espacio y tiempo, es más o menos como decir, el papel histórico, ya sea por que se trate de un movimiento estilístico que impera en ese momento o, por su significado. Así, encontramos obras de gran realismo social, que representan un compromiso del artista con su sociedad, otras veces vemos obras con énfasis en el color o el dibujo, en donde decimos que el artista esta mas comprometido con su propia obra "el arte por el arte", o por el contrario lo que es en llamarse "el arte por el hombre", en donde el énfasis de la obra recae en lo social.
Un último elemento de análisis radica en la evolución del artista, y todo lo relacionado con su biografía. Con ello, analizamos la obra en retrospectiva, relacionándola con toda su obra conocida.
Bueno, en general esos son elementos básicos para realizar una crítica de una obra de arte o, simplemente en una pintura que no alcance el nivel de obra de arte, las cuales son las menos.
En el caso que nos ocupa, "Scene From Tahitian Life" estamos frente a una pintura de un artista de mediados del siglo XIX, impulsor del movimiento conocido como los "pos-impresionistas" (ver vida del autor), recordemos que los impresionistas empezaron a utilizar los trazos y el color para producir impresiones visuales, es decir, más que pintura clásica se trataba de impresiones, las cuales en conjunto brindaban una imagen. Pues, entonces, los pos-impresionistas, utilizaron elementos del impresionismo pero evolucionaron a formas mas acabadas, dibujos más concretos, figuras humanas con sus contornos, pero, sin caer en el realismo… eso es muy importante.
Así Gauguin, quien se había retirado a la Isla de Taihtí, nos presenta una gran variedad de pinturas de nativos, esquematizando sus figuras en líneas muy generales y resaltando sus rasgos y belleza natural. Por ello podemos observar la naturaleza de la Isla en todo su esplendor, con colores verdes (secundarios) casi puros, naranjas, rojos, amarillos. Es decir, utilizando una gama de colores primarios y secundarios casi puros, recuérdese que también entre los primarios y los secundarios se podrían obtener infinito número de matices, los cuales no son usados por Gauguin, pues éste se conforma con la gama de los seis antes explicados.
Igualmente, en un deseo por mostrar la belleza natural de la Isla, Gauguin muestra animales, como perros en este caso, mujeres, casi siempre al desnudo, como era la costumbre habitual en los atuendos usados, y otros personajes como los chamanes, (pueden mostrarse otras pinturas del libro), en conclusión Gauguin, es considerado un genio en el uso del color, por la riqueza de sus pigmentos, un genio de la estilización, por la forma sorprendente en que representa sus figuras, y las cosas que las rodean, sus contornos y sus características anatómicas, asimismo, es un genio del diseño y la composición por el equilibrio y la armonía que logra en sus pinturas, en la modalidad de la técnica del óleo,, es decir,, pintura a base de aceites.
Además nos logra transmitir la atmósfera paradisiaca de la zona al punto que pocos se resistirían al tentador deseo de habitar al lado de tanta belleza y exuberante vegetación. En conclusión, la obra marca un hito dentro de la historia del arte, por la originalidad en el uso de los colores, era la primera vez que un artista se atrevía a usar colores puros y una composición tan osada de los elementos, todo , conformando una obra que no solo causaba revuelo en el mundo artístico de finales del siglo XIX, en la capital del arte: París, sino también en nuestros días…no hay duda que Gauguin, y sus nativas, son el reflejo de una genialidad en el uso de los elementos y una sintetización única, la cual, aun en nuestros días nos invita a alucinar en un paradisiaco mundo de color.